sábado, 28 de marzo de 2015

Problema vasco... problema euskaro

 ¿no dicen los historiadores vascos que “el problema vasco” data del siglo XIX? El vasco, puede ser; pero el eúskaro, desde luego que no. He insistido en esta época porque la historia de estos eúskaros civilizados no tiene desperdicio. Además de mostrarnos, con tanto tiempo de adelanto, lo que sucede cuando se desechan los postulados Naturalistas para abrazar los del Civilismo; condensa muy bien su trágica evolución, desde el “politizamiento” griego hasta la civilización romana. ¿Desaparecer es progreso? Así es. El progreso civilista implica que la mayor parte de sus seres humanos se conviertan en masas dirigidas por una u otra minoría.

            Total. Los romanos expandieron su progreso Ebro arriba y de costado con la misma metodología y oferta, a limpio golpe y: sometimiento o exterminio. El caso es que: ¿ofreció otra alternativa el duque de Alba (general del ejército invasor) a los habitantes del Reino de Navarra en 1512? Pero; ¿no es inaudito que muchos nava-ricos no les ofrecieran ni tan siquiera eso a los más de 3.000 nabarros que asesinaron en el verano de 1936?
            ¿Progreso? ¿Civilización? No; no hay tal, entendidos tales conceptos en sentido positivo. Como dicen en Venezuela, “Ojo pelao”, porque la historia nos enseña que cuanto más desarrollo material alcanza una civilización, más cerca está su ocaso.
            Numancia y Calahorra siguen clamando a los Hombres de Buena Voluntad su tragedia, tan alto como Hiroshima, Nagasaki o Gernika. No respiro bien cuando pienso cómo esos desgarradores ecos siguen siendo opacados por el confort del bienestar. Cómo los profesores y publicadores citan estos episodios como anécdotas del Progreso y la Civilización. En fin, allá éllos con sus conciencias.
           
            Sin embargo, bien porque los eúskaros de río arriba habían aprendido en la cabeza de sus excompañeros de cultura o porque eran gentes de armas tomar, los avances de la civilización romana no dieron los mismos resultados en el interior de Euskolandia.
            El Licenciado Poza nos refiere en 1587 que Lucio Floro dejó escrito “... con encarecimiento que los cántabros hacían la dicha guerra con mucha más obstinación, soberbia y brío que los asturianos; porque, como él (Lucio) dice, era gente que no se contentaba con defender su libertad, sino que también trataban de conquistar a sus vecinos comarcanos de la devoción romana...”.
            Cantabria, en plena Edad Media, todavía incluía a los territorios que luego serían conocidos como Vizcaya, La Rioja y Alaba. Por lo que se lee, los kántabros eran conscientes de que el “remedio” romano era peor que su “enfermedad” y de ahí su ardor defensivo, azuzado por el instinto más genérico de la Naturaleza: el de supervivencia. En el caso Humano, ese instinto no puede quedarse en su fase elemental, en la simple vivencia animal, sino que requiere de su forma evolucionada, en la que la Libertad personal es tan necesaria como la social.
            Por otra parte, nada más lógico y natural, el hecho de que los kántabros atacasen a sus vecinos, antiguos con’naturales suyos, entre otras razones porque muchos de éllos iban a la vanguardia de las legiones romanas, tal y como irán los nava-ricos del partido beamontés en cabeza del ejército que subyugó al Reino de Navarra; o los nava-ricos del partido carlista en la vanguardia del ejército franquista. Ya veremos como esto fue una constante respecto a los Andikis y Jauntxos de todos los tiempos.

            Un poeta romano, Horacio, nos dice muchas otras cosas de aquellos kántabros pero me limitaré a señalar tres. La primera, que “... no pudieron ser uncidos al férreo yugo  romano (Cantaber indoctus nostra ferre iuga) ...”. La segunda, en palabras del propio Poza, “... Cantabria es la que puso terror y espanto a los ejércitos romanos, obligándolos más a pelear por la vida que por la ambición ... con ella confiesan las historias que amedrentaban a las compañías y legiones que mostraban cobardía, amenazándolas que las pondrían con los cántabros, para que con ellos supiesen de veras qué cosa era el temer y azorarse, de que quedó muy celebrado el adagio contra los cobardes: Ad bellum Cantabricum  (a la guerra Cantábrica –con ellos-) ...”. La tercera, que “... de esta nación se contaba por cosa no vista, oída ni entendida, que cuando mataban o atormentaban a un vascongado, ése les echaba coplas y pullas, a que llamaban Pean Cantabricum”.
            ¿Será por mera casualidad o por cuestión genética, lo que mi memoria me acaba de recordar?. Es el caso que me contaba un conocido, cómo a un amigo suyo, bizkaino como él,  un tal Hidalgo, capitán de la Guardia Civil “española”, célebre (por su crueldad) le golpeaba con un martillo en la cabeza para que “cantase” (obtener información). El bizkaino menudo de cuerpo, que menudo eúskaro era, por espacio de tres días cantaba: “ Euzko gudariak gera, Euskadi askatzeko ...” (Eúskaros guerreros somos, para Euskadi (Patria vasca) libertar ...) . De no haber cejado el capitán “español” (estas comillas las pongo porque los verdaderos españoles no son así, sino gente de Bien y Trabajo)  en su civilizado método de investigación, es obvio que nuestro bizkaino menudo,  hubiese muerto; tal y como ha ocurrido en otros casos.

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miércoles, 19 de noviembre de 2014

¿Podríamos decir que hay similitud entre los efectos sociales que generaban los Andikis y los que generan los políticos actualmente?



Es un hecho etnográfico que los políticos tienen poco que hacer, aunque no dejan de hablar, con muchos e interesantes elementos de cultura. Por esta razón nuestro Pueblo no está tan mal y vive bien. Ellos dicen que es gracias a sus políticas económicas y yo veo que es gracias a la gente, a la Buena gente que se gana el pan con el sudor de su frente y que trata de mejorar en lo suyo. Dicen que Euskadi y Navarra no van mal desde el punto de vista económico y los políticos atribuyen tal situación a sus políticas, pero en Euskadi han mandado casi siempre los nacionalistas vascos y en Navarra, sus antagonistas, los nacionalistas nava-ricos. Ya se que “la crisis” afecta a muchas personas de bien pero es preciso darse cuenta de que “la crisis” la han originado unos capitalistas de poca monta, asociados a políticos de su mismo rango, con sus contubernios y atajos para lograr el éxito de sus economías personales. Cuando les hartaron las narices a los Diru’andikis de verdad, vino “la crisis”. Los políticos serios, como buenos asociados, han hecho “los deberes” que les han puesto desde el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo y p’alante. Ni tan siquiera Islandia se ha salvado de este proceder.
¿Podríamos decir que hay similitud entre los efectos sociales que generaban los Andikis y los que generan los políticos actualmente?
Creo que, Si. ¿Será malo recordar cómo enfrentaron los Auzókratas a los Andikis? ¡No! Tomemos el Quaderno de Hermandad de Gipúzkoa del año 1457: “Quien tome parte en los bandos de Vizcaya, Encartaciones, Oñate, Aramayona, Alava, Navarra y Labort será privado de sus casas, y si no las tuviere, perderá la vida”. Recordemos que el año 1456, los Auzókratas gipuzkoanos ya habían derrumbado las casas fuertes de los Andikis y que los habían expulsado de Gipúzkoa.
¿Estoy sugiriendo privar de sus viviendas, mucho menos de la vida, a los Andikis y Políticos de la actualidad? La vida por supuesto que no, entre otras razones porque Todos tienen casas y de las buenas. ¿Tendríamos que expulsarlos del País Basko? No, no hay que tomar los ejemplos del Pasado al pie de la letra sino inspirarse en ellos. Mi sugerencia consiste en restaurar la Auzokrazia para quitarles a los políticos su modo de vida, rescatando nuestra capacidad para el Auto-gobierno. Ese fue el sendero por el que caminaron nuestros Arbasoak-Antepasados.
Ahora bien, tengamos MUY PRESENTE que en Auzokrazia los Cargos son una Carga, entre otras razones, porque no se cobra, como no se cobraba en los Lagun’arteak (aseguradoras auzokrátikas). A no ser que se cobrasen los montos que el Lagun’arte de Ataun pagaba: al Alcalde una peseta y media al año; al Teniente Alcalde y al Tesorero, una peseta anual. Don José Miguel Barandiarán me lo hizo saber en 1983, siendo él mismo tesorero de dicho servicio popular de seguros. Por cierto, quiero mencionar que se enorgullecía de dicho cargo, entre otras razones porque era “ilegal”.
“Quién forme parte de los partidos políticos en Bizkaia, Gipúzkoa, Alaba, Nabarras, Laburdi y Zuberoa será considerado persona no grata e inhabilitado para recibir el voto auzokrátiko. La Rioja, norte de Burgos y Soria, oeste de Santander y Zuberoa, y este de Aragón quedan en la posibilidad de adhesión”.¿Opción posible? Factible, desde luego que sí, aunque para ello “hay que mojarse”. Hay que participar en los Batzarres o Concejos Abiertos para analizar y tomar decisiones; en los Auzalanes para trabajar. Una Asamblea de Vezinos tiene las mismas funciones, potestades y deberes. Mucho podemos aprender de lo referido respecto al Vezinismo de Gasteiz-Vitoria. Para poder minimizar los efectos negativos de los Políticos no veo mejor opción que auzokratizarse. El resto vendrá por si solo, aunque poco a poco. Estoy convencido de que los actuales modos de comunicación pueden ser de mucha utilidad. Por ejemplo, para transmitir “on line” las reuniones de los ayuntamientos, del parlamento y del gobierno. ¿Locura? ¿Quién tendrá miedo a que su opinión sea escuchada y sus acciones divulgadas? Los Honrados, desde luego que no.
Sin embargo, auzokratizarnos va mucho más allá que un mero enroque de políticos profesionales por auzokráticos. Nos hemos acostumbrado a que los políticos se entrometan en todo con sus leyes y disposiciones. ¿No resulta axfisiante vivir civilizadamente? Normas impuestas para todo. Aprobar el examen de conducir, por mero ejemplo, se convierte en un trauma para mucha gente. Salir a dar una vuelta con los amigos, en una tensión si se ha de volver en coche. ¿Qué queda para la responsabilidad personal? Muy poco, por eso la gente de lo que se preocupa es de que no le pillen. ¡No debe ser! Leyes y normas para todo: ¿y la conciencia individual? No es de personas culturizadas preocuparse por lo legal sin importar qué está bien o mal. ¡No debe ser! Por ese camino, recorrido por todas las civilizaciones, vamos rumbo a la extinción.

martes, 9 de septiembre de 2014

La milenaria tragedia no ha concluido y es que la cuestión es bien sencilla: para que España pueda sobrevivir los Pueblos de la península Ibérica deben desaparecer.

            En fin; reflexionemos acerca de algo interesante: ¿fueron los romanos, los cartagineses o griegos, los causantes de las alteraciones humanísticas que se aprecian en los aborígenes civilizados por ellos?.
            Puede que a los chauvinistas les agrade una respuesta, en tal sentido, afirmativa pero yo no me llamo “cándido” ni creo que entre los eúskaros que contactaron a los griegos, no los hubiese que gustasen de “ no dar ni golpe”. Estoy seguro, aunque no pueda demostrarlo sino etnológicamente, que muchísimo antes de la “Nacionalidad del Lan “ (Neolítico) hubo eúskaros desarraigados de su Gizabidea que preferían vivir del esfuerzo ajeno.
            Sabemos que esto “pasa en las mejores familias “ y que también hubo casos similares entre los aborígenes canadienses, entre los del golfo de Guinea, en el Caribe, en los Andes y entre los indoeuropeos. También podemos ver que el fenómeno está presente en la Naturaleza; no hay más que observar a las hienas, cuervos, garrapatas, sanguijuelas y demás parásitos (los hay incluso entre los vegetales) que viven a costa de otros.

            Los griegos habrían consolado a sus primeros amigos eúskaros ( es una presunción personal) diciéndoles que el recelo y desprecio con que sus paisanos les trataban (algo así como los Apaches a los indios que servían de guías a los gringos) por haberse adscrito a otros modos de ganar el pan, sin el sudor de la propia frente, serían pasajeros; pues así lo habían comprobado éllos en muchas gentes de otras regiones mediterráneas.
            Puede también que la incredulidad de muchos eúskaros pro-griegos cesase tan pronto como vieron que muchos de los suyos creían que los orientales eran tontos o estaban locos. ¿No cambiaban, pués, hermosas telas, vasijas tan finas y bellas como un capullo floral, aceite mucho más delicioso que la manteca, y sobre todo , ese néctar de uva, cien veces mejor que la cerveza de mijo, todo ello por unos cuantos trozos de metales de lo más inútil, como el oro, plata, estaño y cobre?.  ¡ Tontos ... de remate!
            Eso mismo devieron pensar los primeros aborígenes caribeños que recibieron un machete o un hacha a cambio de una perla o una esmeralda; y el primer indio de las praderas norteamericanas que intercambió una pepita de oro por un fusil.

            Al cabo de unas pocas expediciones  (digo yo ), hasta los más temerosos de entre los futuros iberotarras abandonaron sus esquemás mentales, sobre todo los postulados de su Gizabidea, que les entorpecían la aceptación de los de la civilización. Puede que en esas épocas lejanas cambiasen incluso de aforismos. Por ejemplo, el aborigen que dice “Vale más hacer que mandar hacer”, por el civilista, “Vive bien sin mirar a costa de quién”.
            ¿Puede imaginarse el lector lo que habría contado, a su regreso de Grecia, el primer iberotarra que visitó aquel país, probablemente por invitación de algún amiguete griego?.
            ¿Vida? ¿Podía llamarse vida a estar ordeñando cabras y ovejas todo el día, para luego, encima, dormir en una choza? ¡Kiah ¡ Vida, vida de verdad era la de Corinto, Tebas, Salónica, Creta; pero sobre todo la de Atenas.
            ¿Y de los hombres?; porque, de animales sí que  “sabían  la tira” su aita (padre) y aitona (abuelo, lit. padre bueno), pero de los hombres ...Poco; era mucho decir. ¿Acaso no desconocían que los hay nacidos para mandar y para obedecer? ... Para su aita solo los había para trabajar, aunque, eso sí, cada uno su parte. Hablaron horas y horas en muchas ocasiones y, definitivamente, el aita y el aitona no querían aprender nada sobre los hombres. Siempre le decían que los esclavos solo trabajarían a la fuerza para los amos y nunca creyeron lo que él había visto: que los esclavos se esmeraban en agradar a los amos sin esperar a cambio otra compensación que buen trato. ¿Comportarse un Hombre como uno de sus perros pastor? Pobre hijo, en verdad era digno de lástima.
            Las advertencias del padre eúskaro cayeron en saco roto, toda vez que su hijo quería progresar. Tener un futuro mejor para él y sus hijos. De nada sirvieron las observaciones que los familiares le hicieron acerca de cómo él se dejaba la vida en las minas y en los caminos para llevar las piedras brillantes al griego, mientras éste se la pasaba tumbado, a la fresca en verano, y al calor del fuego, en invierno. Todo era inútil porque el hijo pródigo había creído en la promesa del oriental, según la cual muy pronto, él ocuparía su lugar y otros serían los que tendrían que sufrir en las minas y caminos: ¿cómo desaprovechar tamaña oportunidad? Todo lo contrario; había que aferrarse con fuerza al carro del progreso. Solo era capaz de sonreir a las ocurrencias de su hermano txikito, sobre todo cuando le preguntaba cómo era que se podía pescar sin acercarse al río.
            - El aitona dice que “ El que quiera peces que se moje el culo”.
- El aitona no sabe lo que es vida; hazme caso.
Es de suponer que el magnate (¿por qué se parecerá tanto esta palabra a la de mangante?)    griego no le habría contado a su confiado amigo del valle del Ibero cómo habían logrado su opulencia los espartanos, por ejemplo. Que también le habría ocultado cómo estos griegos “admirables” habían despojado de su tierra a los aborígenes (los Ilotas) para repartírsela entre ellos. Se dice que hicieron 9.000 parcelas porque tal era el número de espartanos.

            ¿ El orgulloso mercante griego no era capaz de darse cuenta cómo los Ilotas, trabajando la tierra que les había sido usurpada, estaban recuperándola?
            ¡ No, que va! Imposible que un mercante se diese cuenta de ello, pues ni siquiera los sabios griegos, oráculos en ristre, eran capaces de observar la realidad de la Naturaleza. Eso sí, mirar al futuro y ponerse más dignos “que un gato con una morcilla”, sí; eso sí. Claro, así les fue. ¿A qué final les condujo su mentalidad a los átridas? ¿Y a Odiseo y sus familiares y amigos? Al mismo que les condujo la suya a los duques vascos de la Akitania eúskara y a los hijos de Sancho III el Mayor, el Rey de todos los Vascos, según los historietadores nacionalistas, o como escribió su esposa en su sepulcro, Hispanis Imperator.

            Y así, amigo lector, aún habiendo avanzado tan poco en la historia, hemos topado con el “quid” de la cuestión vasca, del problema vasco.
            El equilibrio entre las plataformás continentales es un tema que la Naturaleza tiene a su cargo; el de las plataformás culturales, por el contrario, solo depende del Sentido Común Humano.
Lástima que en el Civilismo, éste sea el menos común de los sentidos, porque todo lo directivo depende del liderazgo. Los civilizados están sujetos por sus líderes, los auzókratas se guían por Ideales.



            El caso es que hace unos 2500 años, en el sur’oeste de Europa colisionaron dos concepciones de la Vida, originando un cataclismo cultural cuyo final todavía está por llegar a los Pirineos, en dónde los Civilistas siguen atacando y los aborígenes se siguen defendiendo.

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martes, 17 de junio de 2014

 Un invento waskón:
 la monarquía constitucional
En el siglo XIX un pastor evangélico ejercía su ministerio en Laburdi y al estudiar el Derecho Consuetudinario aborigen y los Fueros (abolidos a la fuerza por los revolucionarios franceses), cayó en la cuenta de que la monarquía constitucional inglesa no era la más antigua del mundo, puesto que en los Pirineos surgió otra cuatro siglos antes.
Hizo especial hincapié, entre otros datos, en cómo pudo haber influido la esposa del primer rey constitucional inglés (Ricardo Corazón de León) en dicha evolución. En efecto, Berenguela de Navarra era hija de Santso VI El Sabio y hermana de Santso VII El Fuerte.


Ahora bien, alrededor de aquel Hito surgen dudas que me hacen reflexionar
¿Por qué surgió esa monarquía?.

GIZABIDEA, capítulo 6 (seguir leyendo)

sábado, 7 de junio de 2014

Quiero dedicar este blog a mi más apreciado Maestro, don José Miguel de Barandiarán.




 




Barandiarán (José Miguel).
En la Casa Sara
Ataun Gipúzkoa.
26 de junio de 1984.
 A Odón Ulibarrena jauna. Berrioplano.

Amigo! 
Tenía el deseo de escribirle a ud a Alcala de Henares pero temía que ud no recibiera mi carta. Ahora creo que ya estará ud en su casa. Mucho me contenta que estará ud libre de la cárcel. Su madre y la srta Yarnoz aquí han estado y así mismo yo una carta le he escrito al Gobernador Civil de Pamplona le he escrito diciéndole que le conozco a ud y que es ud mi alumno y que yo no creo lo que de ud ahí están diciendo y publicando; a mi parecer es una cosa política y mentira grande.
 No me ha respondido.
 Felicidades porque están libres –así lo creo-.
 Reciba mis saludos desde el corazón. Saludos también a sus familiares.
                                                          José Miguel de Barandiarán.



A mi más apreciado Maestro, don José Miguel de Barandiarán.
Tal vez esté ud pensando que ya era hora, pero con sinceridad le digo que hasta el presente no he tenido la seguridad de estar en lo cierto. Hace 37 años que empecé con gran entusiasmo a estudiar nuestra cultura. Gracias a ud tomé el camino correcto pero su método, VIVIR LO QUE SE PRETENDE INVESTIGAR, es tan magnífico como arduo, sobre todo en lo relacionado con el Humanismo. De no haber tenido que salir al exilio para salvaguardar mi integridad física, dudo que hubiese podido vivir las experiencias necesarias para llegar a las conclusiones que han logrado dejarme satisfecho, en paz conmigo mismo, en medio de muchos problemas.
            Mi empeño actual está en divulgar, de la forma menos complicada que me sea posible, los aspectos relacionados con nuestra cultura que, como mínimo, debe conocer cualquier eskualduna si quiere seguir perteneciendo a la cultura más antigua de Europa.
            No se cuantificar los esfuerzos de mi vida en pro del estudio y divulgación de nuestra cultura pero le aseguro que he hecho todo lo que podido. Aún estando a 8.000 km de la Patria, un impulso que radica en lo más profundo de mi ser me insta a publicar “Burjabetasuna”, porque he comprobado que las nuevas generaciones saben muy poco de nuestra singladura como Pueblo y el formalismo, en la mayoría de los casos, predomina en su forma de ser.
            Sigo escuchándolo a través de las clases que le grabé en mi época de alumno y estoy sumamente agradecido a la tecnología que nos permite tenerlo presente.
            Le envío un cordial saludo desde lo más profundo de mi corazón y le reitero mi más sincero agradecimiento por su ejemplo de vida y las enseñanzas recibidas.